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1 día
Moderado
12 Personas
6384 msnm
Salimos temprano desde Cusco en transporte privado, dejando atrás el ruido de la ciudad para subir hacia Pacchanta, un pequeño pueblo a más de 4,000 metros de altura. Al llegar, una familia local nos recibe con un desayuno sencillo pero sabroso, acompañado del trato cálido que solo se encuentra en estas comunidades.
Explorando las Lagunas de Ausangate
La caminata empieza desde Pacchanta. El paisaje ya desde los primeros pasos es impresionante. Subimos a un ritmo tranquilo, y de a poco van apareciendo las lagunas: cada una con su propio color, forma y nombre. Vas a ver lugares como la laguna Otorongo, con aguas que reflejan como un espejo, o la Laguna Azul, que parece pintada.
El recorrido completo toma unas 3 a 4 horas, con paradas para fotos, respirar y simplemente mirar. No se necesita ser experto: con buen abrigo, agua y ganas de caminar, lo demás se da solo.
Después de la caminata, volvemos a Pacchanta para disfrutar de un almuerzo preparado en casa, con productos locales. Es una comida casera, sin apuro, con ese sabor que tiene lo hecho a mano.
Si estás en Cusco y tienes solo un día libre, este recorrido es una gran forma de salir de la ciudad y conectarte con los paisajes de los Andes. No hace falta ser un experto en caminatas ni tener una gran preparación física. Es una salida tranquila, con buenas vistas, aire puro y lagunas que parecen sacadas de una postal.
Arrancamos temprano, rumbo a Pacchanta, un pueblo andino a más de 4,000 metros de altura. Ahí nos espera una familia local con un desayuno casero: pan del día, mate caliente, y esa hospitalidad que solo se encuentra en los pueblos de montaña.
Desde el mismo pueblo empieza la caminata. El sendero es sencillo, y mientras avanzamos, se van abriendo las vistas hacia el Ausangate y los glaciares que lo rodean. En el camino vamos encontrando lagunas de distintos colores: unas azules, otras más oscuras, algunas totalmente quietas que reflejan todo como un espejo. Entre ellas están Patacocha, Otorongo y la Laguna Azul. Cada una tiene su encanto.
Después de la caminata, volvemos al pueblo para almorzar algo caliente, preparado ahí mismo con ingredientes de la zona. Nada sofisticado, pero sabroso y bien servido.
Antes de regresar a Cusco, hacemos una parada en las aguas termales de Pacchanta. Son pozas al aire libre, con agua caliente y vista a las montañas. Después de caminar, no hay mejor forma de cerrar el día.
Este tour es eso: un día completo entre cerros, lagunas, comida local y gente amable. Ideal para desconectar y llevarte una parte del Ausangate en la memoria, sin irte lejos ni complicarte con logística.
Comidas incluidas: Desayuno y almuerzo.
Alojamiento: Ninguno.
Dificultad: Moderada.
El día empieza temprano. A las 4:00 a.m. te recogemos en tu hospedaje en Cusco. Salimos en carro rumbo al sur, y a medida que avanza la mañana, el paisaje cambia: pasamos por pueblos tranquilos y zonas rurales hasta llegar a Pacchanta, un pueblo altoandino ubicado a más de 4,000 metros.
Ahí nos recibe una familia local con un desayuno casero. Es sencillo, pero bien preparado y con ingredientes de la zona. Pan, mate caliente y algo para cargar energía antes de empezar la caminata.
Desde el mismo pueblo iniciamos el recorrido a pie. No es una caminata difícil, pero la altura se siente, así que se avanza con calma. Durante el trayecto vamos conociendo las lagunas: una detrás de otra, con colores distintos, rodeadas de montañas y de un silencio que solo se encuentra en estos lugares. Algunas de las lagunas que visitamos son Otorongo, Patacocha y Laguna Azul, entre otras. Cada una tiene su propio encanto.
La caminata completa toma unas 3 a 4 horas, con varias paradas para descansar, tomar fotos o simplemente mirar el paisaje. Es una experiencia tranquila, sin apuros.
Al regresar a Pacchanta, nos espera el almuerzo, preparado por los mismos pobladores. Comida casera, caliente, y hecha con productos locales. Después, quien quiera puede relajarse en las aguas termales del pueblo. Las pozas están al aire libre y tienen vista a los nevados. Ideal para descansar las piernas después de caminar.
Cerca de las 4:30 p.m. subimos nuevamente al transporte y volvemos a Cusco. Llegamos alrededor de las 7:00 p.m., justo a tiempo para cerrar el día con una buena cena en la ciudad o simplemente descansar.
Lo mejor del tour:
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